Diarios

La posibilidad de lo imposible. Semana 34

A/22.L

Superaste el día de ayer, dirías que con verdadero estoicismo. Guardaste para ti ciertos comentarios de ese mundo, el académico, el mundo del derecho, que se aleja mucho del tuyo.
Notaste algo importante, sensación. Cuando el ego no aparece, cuando esos que pretenden ser el centro de atención, porque creen ser los mejores no están, el comportamiento del resto tiende a normalizarse. Los aduladores habituales no tienen que cumplir con su dosis de palmadas ni admitir hasta en lo que no están de acuerdo. Es así.

Si te sientes nervioso, alterado, camina, sea la hora o el momento que sea, caminar ayuda a despejar la menteSiempre consigue brindarte una perspectiva diferente.

Tienes un gran privilegio, por mucho que a veces refunfuñes. Hoy estás en Granada, una de las ciudades más bellas del mundo, solo caminarla consigue que sientas ese orgullo de ser español. Ayer llegaste de tu rincón, Minaya, y el viernes lo hacías de otra de esas ciudades que has hecho tuyas, Barcelona. Eres privilegiado por poder estar en lugares, trabajando, que son espacios que te redescubren y que, de otra manera, es posible que visitarías muy de cuando en cuando, en todo caso.
Hoy, además, la jornada en la que colaboras es sobre Reto Demográfico, esa temática que a ti te pellizca especialmente. Sabes que el futuro de los pueblos es el que es. Sabes que tu casa, en los años venideros, a saber cómo estará, como ocurrirá también con la de tus padres o tus tíos. Difícil volver atrás en algo que con los años se ha ido destruyendo o negativizando: lo rural, el campo.

Coméis en el Albaicín, arriba. Tampoco nada del otro mundo, todo muy español, pero lo cierto es que sabe diferente: el acento, el patio encalado, el vino. Esas casas, esa cuesta hasta llegar arriba hace que las piernas y los gemelos protesten.

Otro día en el que buscas el equilibrio entre la paz, tu paz, y el no  generar una batalla que crees puedes ganar pero que, sin duda, el daño colateral te podría repercutir.
No eres académico y lo sabes. Ni lo serás nunca ni lo pretendes. No eres su perfil, también lo sabes, pero eres quien eres.


A/23.M

Acabas de llegar a casa. El viaje se ha dado bien, has dormido la mayor parte del trayecto.
Te levantaste a las 5.30 h. para coger el tren de las siete. Anoche, finalmente, te acostaste algo más tarde de lo que preveías. Pero bien. Cena enriquecedora de trabajo. Querías estar hoy aquí para asistir a la comida que hace el amigo A por su cumpleaños. Hoy todo apunta al exceso.
En Granada, digamos, todo ha estado bien. La jornada terminó con tus palabras, que no pensabas, pero que decidiste en el último momento, únicamente por el hecho de marcar, o remarcar, el territorio. Aun así, te has dado cuenta que en este ambiente lo tienes bastante jodido. Son como una especie de secta, rara, a extinguir. O eres, o no lo eres, académico.

“Nunca rompas el silencio si no es para mejorarlo”. Beethoven

Todo sufrimiento mental proviene de la forma como vemos las cosas, de cómo interpretamos la realidad.
Esto es uno de los pilares del estoicismo.
Etiquetamos las situaciones con nuestra mente y la misma situación cada uno la etiqueta de una manera.
Cuidar la mente para ver las cosas de manera adecuada.

Una de esas historias sapienciales que me gustan, cuenta que un joven desconsolado por circunstancias de su vida, se acercó a su rabino buscando guía y fortaleza.
“La vida es como un océano”, le dijo el rabino a su alumno. “Hay olas que golpean con fuerza y nos arrastran debajo de la corriente. Entonces, de la misma forma repentina, hay momentos de calma. A ti te ha golpeado una ola gigante y ahora estás atrapado bajo la marea, incapaz de nadar hacia la superficie. El problema en este momento es que en tu corazón, tú crees que la vida se trata de la calma entre las olas”.
Su rabino lo ayudó a cambiar de perspectiva y dar el siguiente paso para seguir adelante. “La vida no se trata de la calma. Se trata de las olas”. El joven dejó que estas palabras permanecieran en su mente, para tratar de interiorizar su mensaje. Nadie puede escoger qué olas vienen hacia nosotros, ni cuándo, pero sí podemos decidir cómo responder a ellas. Nuestra respuesta a las olas es lo que nos convierte en las personas que somos.
Descansar en una hamaca al borde de la piscina con una cerveza en la mano, no es la manera de convertirse en un nadador de competición. Para ganar la medalla de oro debes sumergirte en el agua día tras día y nadar hasta que te duela cada músculo del cuerpo. Enfrentarnos a  los desafíos de las olas es lo que finalmente nos lleva a la grandeza. Logramos desarrollar nuestro potencial al trabajar para sobrepasar una ola tras otra.
“Los momentos de calma”, explicó el rabino, “están ahí para que podamos respirar antes de que nos golpee la siguiente ola”.
Las olas entran en nuestras vidas, interrumpen la calma pero también traen oportunidades de crecimiento. Algunas se conquistan con más facilidad que otras. Estas son de la variedad de: “hoy me olvidé el paraguas en casa, estuve parado en un embotellamiento de tráfico y me perdí una cita”.
Hay olas más grandes y difíciles: rechazo, fracaso, enfermedad. Ellas nos obligan a apretar los dientes y cerrar los puños mientras luchamos para sobrepasarlas.
Y luego están esas olas de marea, olas a las que no podemos imaginar que seremos capaces de sobrevivir. Ellas irrumpen en nuestras vidas como una visita no deseada, con una fuerte ráfaga de viento y destruyen nuestras velas. Enfermedades terminales, pérdidas, la muerte de un ser querido… Estas olas invierten nuestro mundo, nos dejan luchando en la oscuridad, buscando desesperadamente un lugar en donde anclar nuestro barco convulsionado. Esta era la clase de ola con la luchaba este joven al pedir el consejo de su rabino. “La vida no se trata de la calma”, se repetía a sí mismo. “La vida se trata de las olas”.


A/24.X

Cada uno de nosotros tiene unas necesidades diferentes. Mis padres, por su educación, por sus carencias en épocas lejanas, siempre han priorizado el tener, el ganar dinero, el poseer. Es lógico. Crecieron prácticamente en esa miseria económica que genera el campo, la agricultura, hasta que este Madrid les abrió las posibilidades, a base de trabajo y esfuerzo, de crear una familia y vivir generando lo necesario para que no nos faltase de nada.
Así habéis crecido vosotros, los hermanos, cada uno con sus creencias y valores, aunque todos educados por igual, con las mismas oportunidades.
De los tres, el más raro eres tú.  El más atípico en la forma de vivir, el más rebelde en planteamientos vitales, el mayor, y tal vez el que haya conseguido una vida más desordenada –en sentido clásico o conservador- dentro del orden.
¿Tus necesidades vitales? La familia, los amigos, una sonrisa. Nada más. Sien eso, es verdad, crees que no eres nada.

¿Malgastamos nuestra vida? Todos malgastamos un poco de nuestras vidas.
La vida no es corta, nosotros la acortamos.

“Deja que el silencio sea tu objetivo en la mayoría de las ocasiones.
Di lo que sea necesario y sé breve. Y en las raras ocasiones que te pidan que hables, habla, pero nunca sobre banalidades.” Epicteto

No pretendas comportarte como no eres, forzándote. Termina por notarse. Sé como eres, con defectos y virtudes. Es tu valor.

Hay conversaciones que esperas, pero intentas evitar. Preguntar por la salud de alguien a quien quieres y sabes no goza de un momento pletórico. La vida no es justa para nadie, porque a nadie, cuando algo viene mal, se siente privilegiado o agradecido por lo que ha tenido de bien hasta ese momento. Pero yo siento, en lo más profundo de mí, que la vida debería ser más justa para las gentes de bien, para esas personas buenas que no han hecho más que dar, que aportar a la sociedad, a los que quieren, sin pedir a cambio más que la felicidad de los que les rodean.
Quiero pensar que camino siempre queda. Quiero pensar que todavía tendrá sus caminatas por las calles de Albacete o sobre la arena de Guardamar. Muchos cientos de kilómetros todavía por andar.
El tío S no ha sido de los más altos, es otra generación, pero siempre le sobraba altura de miras, simpatía, amabilidad, buen humor y hacer, amor por su familia, fuerza, un pelín de chulería y la valentía del emprendedor. No sé por qué, lo pensaba ahora, siempre me ha unido una relación muy especial, a mi tía E, su esposa y hermana de mi padre, mi madrina, y a él. Tal vez porque les recuerdo de novios, pequeñajo yo, y verles casar. Tal vez porque ambos cuidaron de mis abuelos paternos, con ese amor del que pocos damos. Tal vez, simplemente, porque son mi familia.
El caso es que la salud del tío ha recaído un poco. Se te revuelven las entrañas y protestas con el alma, con ese rogar al Altísimo, para que la fuerza le acompañe el máximo de años más. Yo deseo seguir abrazándolos cada año, en esas nuestras arenas de ese rincón suyo, nuestro, del Levante o en esas calles cercanas al Bar La Veleta dónde cada fin de semana, durante años, pasábamos los sábados.
Has hablado con el primo S, al que quieres y te une una especie de relato fraternal. Os tenéis al tanto de la vida el uno del otro. Es una de esas personas que si no fuese de la familia intentarías a toda costa tener entre tus círculos cercanos,  porque es de lo máximo ejemplar, lo mejor. Es un tipo, menor que tú, pero con una cabeza tan bien puesta y armada que todavía engrandece más a sus padres. De sus conversaciones, nuestras, aprendes.
Te has quebrado un poco hablando con él. Escucharle en un momento así, sabiendo lo que en su interior bullía, con entereza, fuerza y ánimo, no solo te ha levantado sino que te ha hecho comprender que el hoy es Hoy, así que lo que hay que hacer es que el tío S tenga infinitos ‘Hoy’ y de la máxima calidad posible.

A/25.J

En un rato vuelves a viajar a Barcelona. Haces tu oficina, estas semanas, en un vagón de tren. No te disgusta viajar, todo lo contrario, te relaja. Te cansan los días fuera de casa, no dormir en tu cama, las cenas con variados o pesados personajes, las pocas horas de sueño.
Hoy te acompaña el libro de diarios de Rafael Maldonado. Volver a la calma.
Piensas que a lo mejor estás equivocando tu estrategia. Tener que configurar estrategias laborales a estas alturas de tu vida no es algo que tuvieras en previsión.

Seamos impecables con nuestras palabras. No solo las dichas, también las pensadas.

Una persona de valores profundos y claros no necesita días para pensarse nada. Hace lo que cree correcto. Si no lo haces es que no tienes principios o no son los que proclamas.

Un líder no manda, un líder se remanga.

Hay personas que su mayor logro en la vida es la cobardía. Otras, los menos, pasar desapercibidos en una vida áspera, cada día. Me quedo con los segundos.

Cuando llegas tienes preparada la habitación de hotel. Siempre se agradece, no tener que esperar a que esté hecha para hacer el check-in, dando vueltas por las calles sin un previo lavado de cara.
Puedes trabajar antes de la comida. El cielo está gris y el clima es bastante fresco, no es algo normal. No tienes la agenda muy cargada hoy, así que podrás caminar un poco por estas calles. Tal vez comprar algún libro.
Últimamente no estás muy caprichoso. Sigues esa regla budista/cristiana/estoica de no desear aquello que no te es realmente necesario. Y te va mucho mejor.

Últimamente abundan las contundentes afirmaciones de unos y otros, y por el contrario escasean las preguntas interesantes. Yo de vez en cuando vuelvo a leer a algún escéptico. Esto me ayuda a no tomarme tan en serio y me recuerda que prácticamente no sé nada.
Quizás el acto de escepticismo más citado es el “sólo sé, que no sé nada” del maestro Sócrates. Parece que el filósofo nunca dijo eso. En el diálogo Apología de Sócrates, Platón pone en boca de su maestro las siguientes palabras: “Yo soy más sabio que este hombre. Puede muy bien suceder, que ni él ni yo sepamos nada de lo que es bello y de lo que es bueno; pero hay esta diferencia, que él cree saberlo aunque no sepa nada, y yo, no sabiendo nada, creo no saber. Me parece, pues, que en esto yo, aunque poco más, era más sabio, porque no creía saber lo que no sabía”El filósofo siempre es más sabio que el político porque es consciente de su ignorancia.


A/26.V

Terminaste anoche pronto, pero tarde. Pronto porque no era la media noche y los días se hacen interminables. Tarde porque se reducen las horas de sueño.
Y volviste a acostar molesto, enfadado, con lo que se ha convertido en una constante semanal como son las acciones que genera o lleva a cabo un personaje como nunca antes te habías cruzado. Y el hecho, lo peor, es que te afecta. No debería, pero te afecta o dejas que te afecte. Solo ves una salida a todo esto y es hacer una protesta seria y formal. La protesta formal generaría mal estar y crisis profunda e institucional. Una vez hecha no hay vuelta atrás. Pero es que si se continúa así cualquier día puedes hacer o decir una tontería llevado por el impulso.

Liderazgo nunca ha sido mandar, ha sido remangarse y trabajar en equipo.
Liderazgo nunca ha sido poner pegas, es construir desde una opinión positiva.
Liderazgo es, simplemente, ser persona.

Es verdad que las situaciones no las podemos cambiar porque no podemos controlar lo que nos ocurre, lo que genera la diferencia es la actitud con la que nos enfrentamos.
En la vida tenemos la actitud que queremos en cada momento. Si elegimos la mejor actitud provocamos que las cosas vayan de la mejor manera posible. Puede costar un poco pero el control de la actitud puede formar parte de nuestro ser y tener otra vida.

“Condenar el juicio ajeno multiplica los disgustados, ya sea el sujeto censurado como el que lo aludía.
(…) Tanto huye de contradecir el cuerdo como de ser contradicho.” Baltasar Gracián

Restaurante japonés Tempura Ya, en la calle Muntaner, todo un acierto, una delicia entre tanta gilipollez de estos días.

Caminas hasta el puerto bajando La Rambla y luego subes por la Vía Laietana. Hace sol, te activas. Consigues esos kilómetros que suman y bajas la cena de ayer.
Escuchas una y otra vez ‘Puta Vida’ de Supersubmarina, que te aparece en una de esas listas tuyas como por arte de magia, la letra va al pelo con tus pensamientos y situación.
En un rato comienza la jornada sobre la Colaboración Público-Privada en la Administración. Te encuentras algo desmotivado. Debes alejar, incluso alejarte, de ciertas cuestiones.


A/27.S

Llueve. El cielo está encapado de esos tonos de gris que sobre el verde de estos campos deja tintes de una primavera que no arranca.
Has descansado. Entre diversos, divertidos y variados sueños has dormido profundamente. Un chute de calma que necesitabas, como el que esperas tener todo el fin de semana.
Anoche cenaste en Madrid tras llegar de viaje. Era como encontrarte con lo diferente, envolverte en lo real y dejar de lado todo aquello que te perturba.
Esta mañana has vuelto a leer esa cita de Epicteto, que guardas para momentos así y que te sabes de memoria: “Cualquier persona capaz de hacerte enfadar se convierte en tu dueño”.

Recuerdas que hubo ayer momentos tensos entre unos y otros, tú apartado de la discusión, por cuestiones políticas. Esa decisión del Presidente del Gobierno, totalmente medida y estratégicamente bien definida, provoca posiciones encontradas. Desde mi punto de vista es la principal razón por lo que lo ha hecho. Activar su militancia, separar y generar más división entre los que están contra él y los que están con él.

Un líder no divide. Un líder suma.

Los libros nos salvan. Los libros son la luz en el camino.

Para opinar con juicio y sin prejuicios, hay que despojarse de todas nuestras creencias e ideales, así podremos, desde un punto de vista más objetivo y ecuánime, hacer una crítica positiva o negativa de algo o alguien.

Hay días en los que despierto con una sonrisa de oreja a oreja porque siento el abrazo de la vida y el latir de un corazón. Y no tengo prisa, lo hago lento.

La tensión te invita a marchar. Si estás tensionado te irás de ti, perderás el foco en ti, estarás distraído. Estarás fuera.
Si estás tenso no estás aquí.

Pasas la tarde como hacía tiempo, en casa, en paz, casi en silencio. Entre lecturas.
Comisteis con los padres. Los sientes bien. Sabes que esto de ir a comer supone un poco de follón para ellos, les sacas de su rutina, pero les rompe el día a día y respiran felicidad.
El pequeño H cumple hoy un mes de vida. ¡Ha pasado un mes, qué barbaridad!

Lees. Leer es la mejor terapia para el alma. Te calma por completo.


A/28.D

Despiertas otra vez sin prisas. Levantas en calma. Ayer fuiste pronto a la cama y te dejaste dormir buscando esos sueños que normalmente te entretienen la noche. Son como películas en las que el único protagonista eres tú. Absurdos, pero a veces te duermes como esperándolos.
Calma. Calma. Calma.
No tener tiempo te hace valorar mucho más el tiempo. El tiempo para ti es indispensable, así que vívelo en ti.

Liderar es agradecer los compromisos de las personas que forman parte de la organización.
Liderar es agradecer el esfuerzo y ser generoso.
Liderar es ser capaz de opinar y parar a los tóxicos.
Liderar es remangarse el primero.
Liderar es resaltar a los anónimos.
Liderar es ser ejemplo y enfatizar el ejemplo de los demás.
Liderar es sentir con orgullo el crecimiento de aquellos que te rodean.
Liderar no es reforzar el poder alimentando el enfrentamiento.

No soy ateo. Tampoco creo en ese Dios como símbolo o metáfora, creador del universo, cielo y de la tierra. No lo creo, tengo los pies en la tierra. Pero sé, reconozco, que hay Algo, esa fuerza que personalizo en Jesus Cristo y en el Buda. Ese Algo que me agarra cuando se me nublan los pensamientos. Ese Algo que en los malos momentos me ha sujetado y que cuando desviaba del camino me ha alumbrado para volver a coger la buena dirección.
Me gustaría ser Ateo, así me haría muchas menos preguntas de las que me hago porque, con los años que llevo de vida, con las veces que me he equivocado, cada vez que he pedido al cielo, a ese Algo, siempre he recibido.
Ahora solo me quedaría por pedir que en ese final, al que todos vamos, pueda despedirme para encontrarme con algo en otro lugar.
Agnóstico, diría. Ni afirmo ni niego.

No es nuevo, en política, en la vida, cuando te sientes acorralado por los errores, lo mejor es hacerte la víctima y pellizcar esas emociones de los demás con lo humano porque todos, hasta los más desalmados, en los momentos críticos les sale el humanismo que el resto del tiempo no tienen ni de lejos.

Necesitas algo más de Paz, no ha sido suficiente.
Nunca te es suficiente.

Nos distraemos más con lo que nuestra mente está rumiando que con lo externo.
Haz una pausa, expira e inspira, vuelve a empezar.
Concéntrate en lo que está bien y aparta de ti aquello que creas está mal.

Nuestra vida es única y diferente a la del resto.
Jamás ha existido ni existirá nadie como nosotros. Jamás nadie  volverá a vivir una vida como la nuestra.
Nuestra vida es breve y nuestro tamaño es mínimo para el universo, pero somos esenciales para el curso de la vida. Nuestra existencia tiene un significado. Tenemos un papel y una misión que cumplir. Si no fuésemos útiles para la vida, ya estaríamos muertos.
Nos olvidamos de esto y cometemos uno de los errores más graves que podemos cometer que es creer que nuestra vida es comparable con la de los demás.
Nos pensamos que otros tienen mejor vida que la nuestra. Creemos que podríamos ser más felices si fuésemos otra persona. Sinceramente ¿qué puede haber más estúpido que tratar de escapar de aquello que nos acompañará toda tu vida? Hasta que muramos seremos nuestro fiel acompañante.
¿Frustrante? Claro que es frustrante mirar al lado y sentir que vamos por detrás en la vida. Pero, ¿quién nos obliga a mirar? ¿quién nos obliga, o insta, a asumir como verdaderas las apariencias?
¡No vamos por detrás de nadie! Grabémonoslo en nuestra mente.
Cada vida es una canción distinta. Con sus propias notas, con sus silencios, con su ritmo. Trata de mezclar dos partituras y lo único que conseguirás es un desastre.
Esta es nuestra vida. La tuya, la mía, cada una diferente. No vamos a vivir otra vida. Tal vez por estar mirando al de al lado estemos perdiendo el disfrutar de nuestra vida.
¿Creemos que los ricos están exentos de problemas, de depresiones, de suicidios; que las relaciones de los famosos perfectas?
De verdad, no quieras cambiar tu vida por la de nadie. No hay vida que esté libre de problemas. No hay nadie que no se haya creído la más desgraciada de las personas en algún momento de su vida. No hay nadie que no se haya preguntado “¿por qué a mí?”.
Nuestra vida está hecha a nuestra medida. Nuestros problemas e inquietudes están diseñados al detalle para nosotros.
La comparación solo nos lleva a ser miserables. Siempre encontraremos a alguien mejor que nosotros en algo; que nos supere en hacer o conseguir algo.
Muchas habrá que pueden hacer algo mejor que nosotros, pero nadie puede ser mejor que tú.

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