Estar en un pueblo permite despertarte con los pajarillos entonando miles de cantos; las campanas de la iglesia repicando las horas y más allá, tras los tejados, ese otro gallo recordándonos que el día ha comenzado. Aunque vivo en un municipio de Madrid, no excesivamente grande, mi día a día transcurre en la ciudad. Llego… Sigue leyendo Al pueblo…