Viernes festivo, 1 de mayo (por ayer). Entre sol y nubes, como lo son casi todos los días, o lo han sido en este mes de abril que dejamos ayer.
Iniciamos el mes de mayo, mi mes. Desde donde me siento a escribir todos los días, mientras abre el día y luego mientras oscurece, veo solo ventanas, símbolo de este estado de alarma.
NO existe un porvenir claro, cada uno estamos en nuestro laberinto particular, viviéndolo a nuestra manera. Muchos de nuestros proyectos, propósitos e ilusiones de este año, saltaron por los aires hace ya prácticamente dos meses.
No vivimos en un estado normal y eso repercute en nuestra forma de ver las cosas, en las decisiones que tomamos.
No se decide igual tomando una cerveza, sentados en una terraza, al sol, que sentado en este sillón de la casa que te acoge confinado desde hace dos meses.
Hay que poner todo en perspectiva, en la distancia.
Hoy no me apetece escribir. Me he sentado a poner en orden los pensamientos del día, las notas, y no tengo la certeza de que lo que vuelque por aquí sea todavía más estúpido de lo que escribo habitualmente.
Anoche, de madrugada, prácticamente en sueños, anoté una palabra en el cuaderno: egoístas.
La idea estaba clara, al menos en el momento, no llegamos a saber lo egoístas que somos hasta que nos paramos a pensarlo. Por eso no nos gusta pararnos a pensar, a encontrarnos, con nosotros. Nos da miedo descubrir lo que verdaderamente somos.
Soy un egoísta. ¿Quién no lo es o ha sido?
Es difícil que encontremos a alguien que no sea egoísta. Curiosamente, cada vez que señalamos de egoísta a otra persona, lo hacemos porque se comporta de manera que no nos beneficia o directamente nos perjudica.
👉 “Egoístas” son todos aquellos que piensan más en sus necesidades que en las nuestras.
No llegamos a imaginarnos lo egoístas que somos.
➡️ Pensamos única y exclusivamente en nuestra comodidad. El cómo estén los demás nos suele importar poco o nada.
Somos egoístas de pequeños, como hijos; de mayores, como amigos; luego lo somos en nuestras relaciones y, posiblemente, seamos egoístas hasta para morir.
➡️ Nos da miedo el compromiso. El compromiso supone salir de esa utópica zona de confort, que nosotros mismos hemos construido a nuestro alrededor.
➡️ Esperamos de los demás, pero exigimos que los demás no esperen nada de nosotros.
➡️ No queremos que nos molesten.
➡️ Dar nos supone un esfuerzo, lo hacemos de mala gana.
➡️ Los egoístas no aceptan las críticas de ningún tipo, ni siquiera las constructivas.
➡️ Creen que van contra ellos y jamás reconocen una equivocación.
➡️ No creen que todos tenemos debilidades, que somos humanos y no suelen prestar ayuda ni la piden.
➡️ Creen que siempre lo hacen todo bien. Lo que hacen no es reprochable.
➡️ Solo les llama la atención lo que es importante para ellos mismos.
➡️ Son poco constantes a la hora de seguir objetivos. Cambian continuamente y demandan de los demás que sus ocurrencias sean valoradas.
➡️ No suelen escuchar a los demás, mucho menos cuando les dicen aquello con lo que están en desacuerdo con ellos. Se dan media vuelta y se marchan.
➡️ Les da miedo arriesgarse por miedo al compromiso o al fracaso.
➡️ No reconocen su egoísmo. Están tan pendientes de sí mismos que ni siquiera se dan cuenta de que sus conductas son egoístas.
🔴 📿Mis amigos, los budistas, entienden que la clave para dejar de ser egoístas, sería desapegarnos del Yo. De esta forma nos restaríamos importancia a nosotros y comenzaríamos a tener más en cuenta a los demás.
“El amor beneficia más al que ama que al que es amado.” (Anthony de Mello)
No estaríamos aquí sin el compromiso y la entrega de los demás.
Si tuviera que poner en una balanza si es más egoísta el hombre que la mujer, diría que el más egoísta siempre ha sido, por lo general, el hombre. Habrá sus excepciones, pocas. Generalizo.
👉El hombre, normalmente, es tremendamente egoísta.
👉 La mujer, por lo general, es entregada, generosa, complaciente, compasiva y desprendida. Tenemos el ejemplo más claro en las madres. Pasado mañana se celebra el Día de la Madre. Las madres sacrifican, abandonan todo, se entregan en cuerpo y alma, para cuidar de los hijos. Solo el amor desprendido, genera la fuerza y vitalidad de ese trabajo.
Y en una pareja, normalmente, ocurre lo mismo. Es la mujer la que más se entrega, aguanta, sacrifica, busca la comprensión, el consenso, renuncia y apuesta porque la relación viva y sobreviva a los vaivenes de la vida.
Es así o así lo pienso.
☝️ Debemos diferenciar, es importante, entra la autoestima y egoísmo. No son lo mismo. La autoestima es la valoración que cada uno tiene de sí mismo. Es algo positivo y necesario.
➡️ La autoestima es un conjunto de percepciones, pensamientos, sentimientos dirigidos hacia nosotros mismos, hacia nuestra manera de ser y de comportarnos. Tener una buena autoestima es un signo de salud mental y nos permitirá tener una mejor calidad de vida.
➡️ El egoísmo, en cambio, es el aprecio desmesurado por uno mismo que lleva a no tener en cuenta a los demás.
Meditemos sobre ello.
Analizarnos, reflexionar, tratar de dar mucho más a los demás de lo que damos, sin esperar nada a cambio. Viviríamos más en paz con nosotros.
Buenas noches.
contigo@jlmorenocoach.com