Coaching, coachingDVida, Espiritualidad, InteligenciaEmocional, Liderazgo

‘Día 11: Deberíamos aprender’ por JL Moreno Coach

#1DíaMenosCoronavirus
En estos momentos escucho los aplausos que rompen el silencio de la tarde (por ayer), tras ellos el himno nacional. Creo que jamás, desde que tengo uso de razón, he escuchado tan menudo este himno nuestro,  emocionante para muchos, denostado por algunos, y que ahora sirve para unirnos a todos en una lucha común, sin cuartel, contra este bicho que nos ha atacado.
Yo termino así la jornada, como cada día desde hace ya 11, al resguardo de estas páginas vacías como las ciudades de España. El vacío siempre genera tristeza aunque, en estos tiempos, busquemos en el optimismo la alegría de lo que será, de lo que queremos sea cuanto antes. Los tiempos de duda e incertidumbre son así.
 
 
Pero somos afortunados, estamos bien y esas personas que queremos también lo están. Eso, ahora mismo, ya es una fortuna.
Pero eso no quiere decir que no estemos impactados con lo que estamos viendo, que no lo suframos.
Toda crisis tiene un impacto en nosotros.
 
Estos días son un buen momento, no sólo para poner a prueba nuestra capacidad de aguante, sino también para pensar muy mucho sobre lo que hacemos, cómo vivimos, por qué lo hacemos, si merece la pena hacerlo o si por hacerlo estamos perdiendo algo.
Todas estas preguntas, todas estas reflexiones, nos vienen cuando sufrimos un impacto en nuestras vidas. La mayoría de las veces, cuando lo superamos, lo olvidamos. La mayoría no, siempre.
¿Quién no ha tenido un momento crítico en su vida?
¿Quién no ha sufrido una crisis o quién no ha sentido que el suelo se le resquebrajaba bajo sus pies?
Puedo decir que prácticamente todos.
Unos lo hemos vivido de una forma, otros de otra. Tampoco es lo mismo vivirlo desde una situación personal que desde otra. Así, también, unos lo han superado de una manera y otros de otra.
Ejemplos podríamos poner infinitos. Es la vida misma. Desde perder el trabajo, perder tus ahorros en una inversión, un proyecto fracasado, perder a un ser querido, una separación o divorcio, un accidente, perder un ser querido, tener que abandonar tu país y familia sin saber cuándo volverás, una noticia de salud, etc., etc.
Todo son circunstancias e impactos que cada uno afronta o gestiona de una manera diferente.
En esos momentos críticos nos planteamos mil cuestiones, e incluso cambios, que al poco tiempo se olvidan. Cuando todo pasa volvemos a la rutina, a lo mismo de siempre.
 
Lo que estamos viviendo en estos momentos es un impacto global. Algo que nadie hasta la fecha, de nuestra generación, había vivido; algo que no hace diferencias y que llega a todas las capas sociales del mundo. Algo que se ha convertido en un impacto brutal a nivel individual, de gran magnitud, que nos ha paralizado a la mayoría y que sin duda supondrá una revolución en el pensamiento global.
Y cada uno, desde nuestras fortalezas o debilidades, lo estamos viviendo de una manera.
Todos con miedo. A todos nos toca o nos roza; a todos nos puede tocar y no sabemos si todos lo podremos superar.
Todo eso, creo, sería suficiente, o debería serlo, para cambiar ciertos parámetros o valores vitales.
Camas y camas y más camas de enfermos. Hospitales de campaña como si se tratara de una guerra (de alguna forma lo es). Personas falleciendo solas, sin poder ser despedidas por sus familiares.
¿Qué puede haber más triste en esta vida que fallecer solo?
¿Cuánto habían dejado de vivir muchos de ellos pensando que eran eternos?
¿Cuánto sacrificio acumulado, tiempo, por muchos de ellos para ahora, en estas circunstancias, marchar sin ni siquiera un adiós, en la más absoluta soledad?
¿Cuánta pena dejan y cuánto, también, desorden algunos de ellos?
Creo que lo he escrito en infinidad de ocasiones, muchos de nosotros tendemos a acumular posesiones como si fuera nuestra única forma de vida y, en vez de vivir más, lo que estamos haciendo es dedicarnos a trabajar y seguir trabajando, estresados, para mantener lo que hemos acumulado hasta morir. Y cuando nos damos cuenta, los problemas son nuestro día a día, y se nos pasó la vida.
¿Cuántos muchos no estarán reflexionando sobre cosas así en este mismo momento?
Deberíamos aprender que nuestros retos, nuestros objetivos, nunca deberían ser una carga o un peso ni para nosotros ni para los que nos rodean. Cada día, desde la libertad, tenemos la capacidad de elegir nuestras batallas.
Deberíamos de volver a aprender, como cuando nacemos y vamos creciendo, a disfrutar de las pequeñas cosas del día a día, esas sencillas, las que no cuestan en lo material, las que siempre están y estarán.
Deberíamos aprender que por mucho que acumulemos posesiones, poder, tarjetas de crédito, bienes materiales, mas el tiempo que consumamos, también, en mantener lo acumulado, al marcharnos, el día que sea, nos iremos sin nada.
Deberíamos aprender a recuperar la conciencia de lo que hacemos y de por qué lo hacemos.
Deberíamos aprender a no estar constantemente pendientes de lo que opinan los demás, de cómo viven o dejan de vivir, de lo que hacen o dejan de hacer, de lo que piensen de mi y ser nosotros.
Deberíamos aprender a estar bien con nosotros porque de ello depende el estar bien con los demás.
Deberíamos aprender que estas crisis son oportunidades que llegan para sacarnos de la comodidad relativa en la que nos habíamos instalado.
Deberíamos aprender que nada es una casualidad, que todo es por algo y que lo más importante es actuar en positivo.
Deberíamos aprender a mantener, después, nuestro propósito y compromiso individual y ser capaces de adaptarnos al contexto vital que nos vendrá.
Deberíamos aprender a sentir, disfrutar, respirar y vivir el Aquí y el Ahora, porque mañana, sin duda, será otro Ahora.
Deberíamos aprender a reflexionar sobre cómo mantener el día después, que llegará, lo que estamos aprendiendo en estos días de impacto.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s