#1DíaMenosCoranovirus
Pues vamos a terminar el quinto día de esta situación que, realmente, lo que nos parece es mas irreal de lo que es.
Otro día tratando de que el ánimo no baje y, sobre todo, otro día de agradecimiento a todos aquellos que nos hacen sentir un poco más seguros en este país: médicos, trabajadores sanitarios, farmacéuticos, dependientes de comercios, empleados públicos, Fuerzas y Cuerpos de seguridad del Estado y Fuerzas Armadas. Seguro me faltan porque, sin duda, hay más personas trabajando incansablemente día a día para hacer que nuestra vida sea un poco más vida en una situación jamás vivida hasta ahora.
No vendría mal que todos y cada uno de nosotros, más allá de los merecidos aplausos diarios, tanto al acostarnos como al levantarnos, diésemos las gracias por todo lo bueno que tenemos y por vivir, que no es poco.
Tal vez deberíamos acordarnos más de todo cuando no nos hace falta, e ir agradeciendo, en vez de criticando, que es lo que solemos hacer, ciertos servicios públicos con los que cuenta este país
Nos olvidamos de agradecer. Nos solemos olvidar de algo tan fácil como dar las gracias a los demás.
Qué días más maravillosos para sentir gratitud y para tratar de desapegarnos de nuestro ego.
Hoy que no quiero, ni me apetece, escribir mucho mas, voy a remitir a los siete pasos que Buda desarrollo para vivir en equilibrio y trascender el ego:
1. No te sientas ofendido.
Todo lo que nos ofende termina por debilitarnos.
si queremos encontraremos cada dos por tres ocasiones para sentirnos ofendidos. Es tu ego en acción.
2. Libérate de la necesidad de ganar.
Al ego le encanta diferenciar entre ganadores y perdedores. Empeñarte en ganar es absurdo. No se puede ganar siempre. Es mejor disfrutar que estar pendiente de ganar o perder.
No existen perdedores en un mundo en el que todos compartimos la misma fuente de energía.
3. Libérate de la necesidad de tener razón.
El ego siempre quiere tener razón a base de estar discutiendo y pelando con gente. Puedes tener razón o ser feliz. Hay que elegir.
4. Libérate de la necesidad de ser superior.
La verdadera nobleza no tiene nada que ver con ser mejor que los demás. Se trata de ser mejor de lo que eras antes. Céntrate en tu crecimiento.
Olvídate de la necesidad de sentirte superior. No valores a los demás basándote en su aspecto, sus logros, posesiones y otros baremos impuestos por el ego.
5. Libérate de la necesidad de tener más.
Para el ego parece que todo lo bueno, la felicidad, está en lo externo y por eso siempre está buscando más y más. Nada es suficiente.
6. Libérate de la necesidad de relacionarte con tus logros.
Todo es una ilusión. No hay derrotas ni victorias.
Fíjate en todo y agradece las capacidades que te han sido concedidas, la motivación para lograr cosas y las cosas que has acumulado, pero atribúyele todo el merito a la fuerza de la intención que te dio la existencia y de la que formas parte materializada. Cuanto menos necesites atribuirte el merito de tus logros más conectado estarás con las siete caras de la intención, más libre serás de conseguir cosas, que te surgirán con más frecuencia. Cuando te apegas a esos logros y crees que lo estas consiguiendo tu solo es cuando abandonas la paz y la gratitud.
7. Libérate de tu necesidad de gustar o la fama.
Al ego le gusta gustar y tener reconocimiento. Cuando te liberas de esta necesidad te liberas de ser esclavo de estar constantemente gustando a los demás. Céntrate en el camino, deslígate de los resultados.