Me gustaría hacer una mejor versión de mi, de lo que fui el día anterior, en cada despertar.
Hay días que camino y me molesta el ruido, el tráfico, el sonido de esa vida que despierta. Son días en los que me gustaría perderme en el sueño porque la realidad, o lo que creo realidad, no me gusta. Y tal vez, cuando no nos gusta la realidad es porque esa que hemos hecho para nosotros no nos gusta. Normalmente pensamos esto después, a toro pasado.
¿Por qué pasan las cosas? Nos preguntamos. ¿Por qué las dejamos pasar? Nos decimos.
Pienso que el miedo no es real. Pienso que el miedo solo es algo que existe en nuestros pensamientos y nos confunde. El miedo siempre es el futuro. Tenemos un constante miedo al futuro y eso nos hace montarnos un montón de historias mentales sobre hechos que no sabemos si ocurrirán.
Lo importante es no tener miedo. Si tenemos miedo creamos una realidad de algo inexistente.
Todos tenemos comportamientos, hábitos, que nos llevan al éxito o al fracaso. A veces, simplemente, teniendo claro que lo que perseguimos, simplemente hay que seguir el camino que otros ya recorrieron. Con nuestro paso, a nuestro paso; con nuestra forma de caminar.
No nacemos sabiendo. No dejamos de aprender desde que nacemos.
Aprender y mejorar aquello que sabemos. Podemos ser mejor de lo que somos simplemente si lo queremos.
Nadie es mejor que otro ni nadie sabe más que el resto.
Cada día podemos aprender algo nuevo si estamos dispuestos a ello.
Emular personas, emular empresas.
Definamos qué queremos lograr y busquemos a aquellos que lo lograron.
Apóyate de otros. Compartamos estrategias.
Pero sobre todo confiemos en nosotros.
Lo peor que nos puede pasar es que no lleguemos. Pues regresemos y comencemos otra vez. Así hasta llegar a dónde queremos.
Tus circunstancias actuales no quieren decir ni quién eres ni quién podrás llegar a ser. Solo tienes que confiar en ti.
Tal vez el mayor problema que tengamos es que no sabemos lo que queremos. Y difícilmente conseguiremos lo que queremos si ni siquiera lo sabemos.
El tiempo pasa y pasa. No vuelve.
Las metas se alcanzan con determinación y fe en uno mismo. No se alcanzan porque tengamos más o menos recursos.
Hazte cargo de lo que te ocurre. No lo dejes pasar, luego será peor.
No tomemos decisiones con miedo; el miedo paraliza.
Comprométete contigo. Tienes una oportunidad y esa oportunidad se llama vida.