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Valorar

Hay hogares que se llenan continuamente de cosas materiales normalmente innecesarias, cada día alguna nueva; tantas que muchas de ellas quedan en el olvido muy rápidamente, o completamente nuevas en los trasteros y armarios. 

Habrá hogares en los que no llega más que lo necesario por persona y, de seguro, viven siempre la mayor de las alegrías y felicidad.  

Pero también hay otros muchos hogares, o cientos de miles de personas en el mundo, que no reciben ni tienen nada. No saben ni conocen la felicidad, ni saben ni conocen lo que es ‘tener’ porque no poseen nada.

¿Cómo ha cambiado todo?

No quiero hacer ningún tipo de demagogia oportunista, simplemente una reflexión más. Tan culpable soy como el resto de haber provocado en las generaciones que nos vienen, el poco valor a las cosas, el deseo de tener, el apego y el exceso de ego.

No hace mucho, antes de ayer, nuestros padres, eran de esos que no tenían más que lo necesario. Y lo necesario era poco. Su mayor recompensa, en muchas ocasiones  era el simple hecho de comerse una de esas frutas que, normalmente, no comían porque no estaba dentro de las posibilidades de la familia. Pero es que los padres de nuestros padres, nuestros abuelos, todavía tenían menos. Muchos de ellos trabajaban todo el día, incluso en fechas festivas, para poder mantener a toda la familia.

Hemos progresado, y mucho. El beneficio del progreso, para los privilegiados como nosotros, es inmenso, pero creo que no estamos haciendo el uso adecuado de él.

Nos falta Paz, nos falta Paz interior.

Estamos más preocupados de poseer, de tener éxito, de ser los más guapos, de tener no sé cuantos seguidores en el facebook o en twitter, que de ‘Ser’.

Cada vez dedico más tiempo a reflexionar y meditar sobre esta enfermedad que nos acompaña y que hace que, sin ser conscientes de ello, se la estemos contagiando a nuestros hijos de una manera acrecentada. 

No nos damos cuenta de la cantidad de ataduras que nos estamos provocando. Anhelamos la libertad pero cada vez somos menos libres. Si no dejamos de tener ese ansia por poseer y acumular, por apegarnos a las cosas y a las personas, nunca seremos verdaderamente libres.

La belleza no está en una cara bonita con una sonrisa perfecta, la belleza se encuentra en el interior de cada una de las personas. 

El éxito no está en un coche más o menos grande; el éxito está en el instante, en este momento, en un poema o una mirada.

«La diferencia entre los maestros espirituales y los demás es que los primeros solo tienen amor incondicional en su interior; y el resto, todo.»Ramana Maharshi

Deben de ser los años que llevo a la espalda, las experiencias, los resbalones, los pequeños triunfos, las batallas perdidas y las ganadas, las heridas y cicatrices, pero cada vez busco y deseo más estar en Paz conmigo, parar, respirar, sentir la vida. Sé que conseguir ese objetivo provocará que el resto, los que me rodean, también lo estén.


Hasta aquí hemos llegado,  disfrutemos un poco de lo que tenemos y dejemos de perseguir, de correr tras no se qué éxitos absurdos. El mayor éxito en la vida es Ser…


Aprendamos a valorar lo que tenemos y aprenderemos a vivir en Paz con nosotros. 

José Luis Moreno

Life Coach

@jlmorenot

@CoachIServices

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